13 de febrero de 2082, cuando más de 65.000 sondas de origen desconocido aparecieron alrededor de la Tierra cubriendo toda su superficie. Con un destello simultáneo, se desintegraron en la atmósfera… y enviaron una señal al espacio. Tras la señal parte la astronave Teseo cuya tripulación despierta de la animación suspendida años después, más allá de los limites del sistema solar, en los helados paramos del Oort. Allí tendrá lugar la más escalofriante experiencia de primer contacto que jamás pudieron imaginar que cambiará las ideas sobre el ser humano y su papel en el universo…