Distopía. Tan aterradora como atractiva. Ahora llegamos al subgénero que menos utiliza la ciencia y más la especulación social: las novelas distópicas. El amplio abanico de preguntas del tipo «¿Qué pasaría si…?» obtiene sus respuestas en las novelas de ciencia ficción distópica. Sociedades sin nacimientos, con un gobierno totalitario, donde los sentimientos están prohibidos o los libros. La ley no te protege, o solo alcanza a unos pocos. Son algunos ejemplos de historias que han sido convertidas en libros distópicos y que ahora traemos aquí para tu deleite.
Hay una buena ración de libros distópicos entre los que elegir. Al ser un género tan recurrente, que incluso escritores que no son de ciencia ficción escriben, el número de obras puede ser abrumador. Y también es cierto que, como todas las novelas, la calidad de algunas de estas novelas distópicas es discutible. Por lo que hemos intentado hacer un filtro selecto para que encuentres lo mejor de lo mejor.
Y, respecto al asunto de lo bien o mal escritas que pueden estar algunas novelas, un poco más abajo encontrarás una categoría especial: la llamada distopía adolescente y cuál es su diferencia respecto a las novelas distópicas ordinarias. También una breve reflexión sobre por qué la distopía adolescente es considerada de baja calidad.
Como siempre, queremos ofrecerte la mejor experiencia literarias. Las novelas de ciencia ficción distópica han sido muy apreciadas por el público. La idea de una sociedad autoritaria siempre ha tenido cierto atractivo para la mente humana, a menudo con una mezcla de fascinación y repulsa. De ahí que, existiendo un público interesado, se haya producido una abundante producción de literatura distópica, tanto en la década de los cuarenta (la novela 1984) como en la época más reciente, donde El cuento de la criada ha entrado de lleno en nuestras vidas como fenómeno televisivo. Así que en Novelas de ciencia ficción le hemos dedicado su propia sección a los títulos de ciencia ficción distópica para que te enfurezcas o sientas tristeza al leer estas obras. ¡Adelante!.
Una sociedad indeseable en sí misma. Diseñadas para que resulten fascinantes pero a la vez despreciables a ojos del lector. Las características de la distopía pueden variar mucho en función de la historia. Aunque todas tienen un punto de partida común: exagerar un elemento de la sociedad actual. Los autores de ciencia ficción distópica cogen un elemento social muy concreto de la actualidad y le dan un enfoque negativo. Luego lo convierten en el centro de su historia y que todo gire alrededor de él.
Esto es lo que ocurre en la novela distópica Un mundo feliz, donde la producción en cadena ha sido extrapolada al diseño de humanos que cumplan un cometido concreto, otorgando fuerza física o capacidad intelectual en función de lo que se espera de ellos. En El Señor es mi pastor la acuciante necesidad de órganos sanos ha generado una sociedad que gira en torno a su tráfico. En Hijos de los hombres la nula natalidad lleva a la desesperación y el rechazo absoluto a los inmigrantes. En Farenheit 451 se pretende evitar los libros polémicos, y eso acaba derivando en la prohibición de todos los libros. Un único aspecto negativo convertido en la premisa para una sociedad distópica bien construida a su alrededor.
La seriedad y el enfoque de público objetivo. Con la notable excepción de la saga de Amanecer rojo de Pierce Brown estas novelas suelen tener una premisa simple. Ha habido una guerra y todo se ha ido al garete. Los adultos son todos malos y solo un grupo de adolescentes atractivos pueden salvar a la humanidad. Esa es la trama de casi todas las sagas de distopía adolescente, desde Los juegos del hambre (que marcó el despegue de este subgénero) hasta El corredor del laberinto y la saga Divergente.
Pero aparte de los personajes (que están ahí para satisfacer a sus respectivos públicos) la gran diferencia está en el planteamiento de cómo acabará la historia. En la distopía adolescente la idea es que si se mata a la gente adecuada (los líderes del régimen opresor) el sistema se colapsará y todo volverá a la normalidad. De modo que los personajes adolescentes están para ser héroes.
La distopía clásica es mucho más cruel. El sistema está muy arraigado en la sociedad. Ningún acto heroico individual hará que la tiranía, o el modelo social, desaparezca. A menudo sus personajes se rebelan contra el régimen, pero lo hacen en secreto, porque temen de verdad por sus vidas. El coraje solo les llevará a la tumba. Por lo que se acaba planteando de que la mera supervivencia es el triunfo. No importa si logra esconderse dentro del régimen o escapa a otra nación, el gran objetivo es conservar la vida mientras se recupera la libertad. 1984 y El cuento de la criada logran muy bien este efecto. También Un mundo feliz, aunque el personaje lo logra de un modo diferente que no comentaremos porque SPOILER.
Y ahora toca hablar de eso que he mencionado antes sobre la seriedad. Son muchos los que creen que la distopía adolescente es literatura de baja calidad. Argumentos simples, personajes que son copias de otros personajes de sagas precedentes y cientos de clichés de la literatura adolescente condensados en una historia donde la trama argumental es endeble. Lo cierto es que no les falta razón, pero existen razones para ello. Unas económicas y otras que en realidad justifican sus fallos.
En el tema económico está el deseo de hacer caja con las novelas y (si es posible) con su adaptación cinematográfica. Los juegos del hambre marcaron el inicio del gran boom de la distopía adolescente. Katniss Everdeen se convirtió en la heroína de una generación que ansiaba conocer más historias de esta muchacha. Y cuando la trilogía se terminó hubo quien quiso llenar ese vacío. De modo que hubo quien olió el dinero y poco después se puso a escribir sus propias novelas distópicas tomando los elementos que habían contribuido al éxito de Los juegos del hambre. El resultado fueron novelas y trilogías con un formato similar en el que solo variaba la ambientación y el estilo literario: los personajes parecían clonados. Pero estas novelas se vendían. De modo que se han seguido escribiendo y el boom continúa con fuerza a día de hoy.
Así que hay gente que acusa a estas novelas (y sus autores) de ser unos sacacuartos. Pero seamos sinceros, todos los escritores quieren sacar dinero. Es su oficio, después de todo. Escribir lleva tiempo, planificación e interminables horas de corrección. Por lo que querer sacar dinero por el trabajo invertido no debería enfurecer, después de todo, tú también quieres cobrar a fin de mes.
Y ahora sí que voy a romper una lanza a favor de las novelas de distopía adolescente. Porque su «baja calidad» tiene un contrapunto muy positivo. El público objetivo de estos libros distópicos son adolescentes entre 14 y 22 años. Esta es la franja de edad que determina si un adolescente se convertirá en un lector o no. Los libros que se ven obligados a leer en la escuela rara vez dspiertan su interés, lo que puede traducirse en un rechazo hacia futuras novelas. Sin embargo, la distopía adolescente es sencilla de leer, contiene los elementos que los jóvenes quieren en una historia (amor, rebeldía y que los adultos sean el enemigo) y nadie les obliga a leerla. Son ellos quienes eligen la novela.
Estos tres factores unidos contribuyen a que disfruten de la lectura, lo que sí puede transformarse en un futuro interés por la literatura, cuando posteriormente decidan probar suerte con eso que llaman «novelas serias». De modo que sí, la distopía adolescente, con todos los fallos que pueda tener, es muy necesaria y queremos que se sigan escribiendo libros de este tipo.
Como siempre, hemos hecho todo lo que estaba en nuestra mano para ofrecerte las últimas novedades en novelas distópicas junto a aquellos libros de distopía que ya se han convertido en clásicos, como 1984 y Brave New World. Sin embargo, la web está en constante crecimiento, por lo que todavía no tenemos todas las novelas de ciencia ficción distópica. Así que si conoces alguna que te haya marcado o te guste especialmente puedes recomendárnosla. La incluiremos tan pronto como sea posible. Y si te gusta la cifi es probable que también te interesen las novelas de fantasía, así que échales un vistazo si te apetece. ¡Big Brother is watching you!