≫ Pórtico, civilizaciones alienígenas que no comprendemos

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Tengo los clásicos algo abandonados. Soy consciente de ello. Pero hay tanto que leer en… Desde Hyperion a la siempre clásica 2001: Odisea en el espacio. Sin embargo, lo importante es que poco a poco me voy quitando pendientes de la pila mientras yo mismo me dedico a escribir un libro. Y con esta reseña de Pórtico, de Frederik Pohl, me pongo al día con una gran novela que, ahora sí, sé que debería haber leído antes. Porque es muy sugerente y además ganó nada menos que un Premio Hugo, Nébula y John Campbell.

Reseña de Pórtico, de Frederik Pohl

Reseña de Pórtico, de Frederik Pohl

Una novela magnífica. Con un personaje verosímil, un muy interesante planteamiento y una sucesión de preguntas para las que no tenemos respuesta. Intriga y frustración a cada página, no por la novela, sino porque Frederick Pohl presenta a una humanidad incapaz de dar respuesta a sus propias preguntas. Las que le plantea saber que existió una especie extraterrestre de la que tal vez nunca se sepa nada con certeza.

Toda la trama gira en torno a Pórtico. Una base espacial de origen extraterrestre que servía como «aeropuerto» para los heechee, la civilización alienígena que lo construyó. Una especie de creadores místicos, al estilo de los desaparecidos ingenieros de Alien Covenant. En esa base hay naves de funcionamiento desconocido que viajan a diversos puntos de la Galaxia. Hay naves de uno, tres y cinco pasajeros y, sin saber a dónde irá la nave, o si morirán durante el viaje, los humanos que viven en Pórtico se lanzan a la aventura.

Pórtico es una historia de coraje e imprudencia. No sabes dónde te llevarán las naves, pero te embarcas igualmente. Rezando para no acabar dentro de un agujero negro, que tu nave no explote o que el viaje dure más que tus raciones. No quieres que te coman tus compañeros. Ni tener que comértelos.

Todo para ganar dinero en forma de comisiones por descubriendo o regalías. Estas últimas derivadas por el descubrimiento de tecnología heechee que permite dar un salto evolutivo a la ciencia humana. Hay mucho dinero esperando en Pórtico (un poco la idea de Ad Astra, ganar dinero con lo que hay en el espacio). Al menos para los que vuelvan con vida de un lucrativo viaje.

¿El protagonista de Pórtico es inadecuado?

La mayor crítica a esta novela es su protagonista. Robbinette (Bob, para los amigos). Se le acusa de ser soso, inactivo, mujeriego, cobarde y despreocupado. Es cierto. Por eso me agrada. No es un antihéroe porque haga cosas malas para conseguir el bien. Es un antihéroe porque es un inútil. Vive aterrado. Tiene miedo de todo, y ese es el motor de su vida.

Se siente inseguro porque es pobre, de modo que aspira a ganar dinero. Pero si ganar dinero puede llevar a la muerte, prefiere seguir vivo hasta que el miedo a ser expulsado o morir de hambre le empuje, por pura desesperación, a embarcarse en esas misiones suicidas de Pórtico. Su historia es la de una huida hacia adelante. Llena del egoísmo de la autopreservación.

Desde luego no es el mejor amigo de nadie, pero Frederick Pohl ha logrado crear un personaje lleno de debilidades humanas que debe hacer frente, aunque no quiera, a sus miedos. La historia de una persona anónima que quiere seguir siéndolo aunque se le ofrezca la oportunidad de hacer algo grande.

Preguntas sin respuesta

Aviso que Pórtico es una novela de insatisfacción. Supongo que se escribió con ese propósito, el de emular los sentimientos de sus personajes y plantear más preguntas de las que se pueden responder. De este modo, intercalada con la historia principal de cómo Bob regresó vivo y rico de uno de sus viajes está la evaluación psiquiátrica a la que se somete para descubrir por qué es infeliz si lo tiene todo.

Y para completar este compendio de preguntas sobre la identidad propia o el funcionamiento de las naves de Pórtico están los bloques informativos. Pequeñas secciones de texto donde el autor intercala anuncios sobre la vida en Pórtico (búsqueda de romance, venta de segunda mano, compañeros para viaje programado…) y conferencias de «expertos» en Pórtico y los heechee (gente que en realidad no sabe nada pero que se esfuerzan en formular teorías que tengan lógica).

La sensación de frustración es constante en la novela. Y eso me ha resultado tan agradable como adictivo.

¿Recomiendo leer Pórtico, de Frederik Pohl?

Desde luego. Pórtico es una novela de ciencia ficción orientada a la maravilla. Es de esas obras que parecen el resultado de una pregunta del autor. ¿Qué pasaría si encontráramos pruebas de una especie mucho más inteligente que nosotros? ¿Y qué podríamos aprender de ellos? Son cuestiones muy interesantes en las que la novela indaga muy bien para mi gusto. Por eso la recomiendo.

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